En la madrugada del 14
de marzo pasado se cometió un nuevo acto de censura a una voz discrepante con
el gobierno. En este caso se trata nada menos que de Alberto Fernández, ex jefe de gabinete, ultrakirchnerista que
defendió el modelo desde su inicio y ayudó a fortalecerlo hasta que cayó por oscuras causas en el profundo pozo ciego que caracteriza a este gobierno y fue eyectado sin piedad
como elemento desconocido y perturbador, como a un verdadero enemigo del modelo
a profundizar indigno del menor respeto a pesar de su sus antecedentes. El nuevo
pecado fue aceptar la invitación al programa de Marcelo Longobardi en C5N después
de lanzar en público múltiples críticas a la gestión de la Señora Cristina. En
medio de la entrevista en la que el ex funcionario emitía sus opiniones disonantes
con la música oficial el programa fue abruptamente interrumpido, y no volvió a
emitirse como suele hacerse con el resto de los programas periodísticos de cable
después de la medianoche. Fernández , indignado, dijo que prefería no opinar
sobre la posibilidad de una censura porque lo consideraría de una mediocridad
suprema. Lo cierto es que deslizó que en el canal le informaron que por órdenes
de la conducción de C5N se había decidido suspender la emisión después de
varios llamados de funcionarios oficiales influyentes. Graciosas sino
indignantes fueron las palabras del poderoso dueño de la emisora además de
otros multimedios, Daniel Hadad, subrayando que el día que se enterara que
Alberto Fernández fuera censurado abandonaba la profesión. Parece apropiado
acercarle la hoja de la renuncia para que firme, ¿no?
Hablando de censura, aunque en otro sentido, me pareció que te podía interesar esto: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Qek2zim2u64
ResponderEliminarEscuchalo entero, un saludo!
el Benjamín